Ahí, entra mi pesimismo. Por su culpa me hago menor y menor, casi minúscula. Hasta que decido querer crecer.
Pero no en ese campo, debido a la compeljidad que supone para mí. Así que me refugio en los libros, y los filmes. Parecen entenderme durante al menos dos días, hasta que veo que apenas hay relación entre ellos y yo.
Y es ahí, donde caigo en la cuenta de que el lobo estepario se está acercando, está tan cerca que ya no existo, se ha apoderado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario