viernes, 28 de octubre de 2011

Cúpula.

Querida soñadora,
Respecto a tu carta, la cual me hizo una alegría inmensa recibir,estoy completamente de acuerdo con mi falta de respiración ajena, de mis risas, besos y abrazos compartidos.
En cuanto a la felicidad, sigo manteniendo mi pesimista idea , pero he de decirte que te estaré eternamente agradecida por indicarme los pasos que una debe dar para llegar a ella. Es justo en estos, donde tropiezo.
Parece ser que con el paso de la infancia a la adolescencia, se produjo paralelamente el paso de la diversión colectiva a la diversión individual.
A mi parecer he decidido el camino pedregoso, pero me  permitirá tornar mi vida hacia un equilibrio mental.
Carezco de sentido del humor hacia mi persona, debido a mi falta de seguridad en ella, y en lo que a superar mis errores respecta, eres conocedora de mi vivencia en el pasado, lo cual complica bastantes las cosas.
He aqui la primera parte de mi carta. En la que,dado a mi egoismo supremo,simplemente hablé de mi.

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