domingo, 13 de noviembre de 2011

13-11-11 (00:46)

No sé cual fue el impulso que me llevó a hacerlo.
Estaba ahí sentada. Y me acordé de ti. No tenía nada preparado, ni siquiera pensaba hablarte.
Pensé que antes siquiera de que diera tono, debía colgar.
Pero de repente, ¿Quién es?.
Fue lo primero que dijiste, después de alrededor de un año.
Yo te escuchaba, sin creérmelo, y cuando estaba decidida  a colgar, dije Hola.
No reconocías mi voz, después de tanto tiempo es normal.
Por tus palabras, deduzco que te va bien, te esfuerzas por conseguir tus objetivos.
Pero sonabas apagado. No sé si sería cuestión de la hora, o que tu estado anímico estaba desequilibrado.
Eché en falta tu personalidad. Las cosas entre tú y yo, dependen de ti y de mi.
Tienes razón, fui valiente y me gusta que lo aprecies.
Sabes de sobra que nunca he tenido narices para hacer nada, y esto, admito que me costó.
Pero mereció la pena. Independientemente de que estés pensando en la llamada o no, en las amistades o no, mereció la pena.
Espero poder abrazarte fuerte algún día cercano.

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