Lisboa, Lisboa.

Me costará unas semanas recuperarme de tantas subidas y bajadas de autobús, taxi y metro, de tantas horas sentadas y tantas de pie, de tantos ice tea de limón, bocadillos de jamón para desayunar y tantas películas.
Pero aun me costará mas recuperarme de tantas risas en la 809 y 811.
Si no nos llegamos a colar en el taxi, no hubiéramos estado en la misma planta, no hubiéramos comido juntas, ni hubiéramos cantado juntas el "me la pela", ni hubiéramos gritado Yuhuúúúú desde cualquier sitio a cualquier personaje, ni nos hubieran contestado con un  "Chúpame un huevo".
Hemos aprovechado el viaje para salir del armario, hablar con italianos guapos e incluso enamorarnos de Noah. Jo, eso si que estuvo bien., encontrarse con Noah en el metro de Lisboa.
Lo normal sería decir lo bueno se acabó, pero no lo puedo decir, porque el lunes os veo.
Un beso, chicas de las melodías.