Presentaré la situación como invivible, roja, posible y esencial.
Yo me presentaré como idiota, ilusa y de lágrima fácil.
A él, le presento como ridículo, demoledor, real, único, vivo y contador de historias.
La frase la presento como extraña e insustancial: "Esta va ser la historia de mi vida". Totalmente incomprensible, sabiendo que dirías lo que dijiste.
Fue la noche más larga del año. También la más clara, coherente, geométrica y triste.
Esas dos palabras, 8 letras, no eran del todo ciertas. Puede que ahora no me creas, pero no me enamora la totalidad de las personas, y tampoco la de tú persona.
Soy de las que se enamoran de los momentos, y los tuyos consiguen que me sienta en mi nirvana, como supongo que te habrás dado cuenta.
De la misma manera que me considero fuerte para sobrevivir, aunque triste y solitariamente, sin tu persona durante 3 meses, me considero lo suficientemente fuerte como para reprimir mis ilusiones y seguir manteniendote a mi lado.
Y más aun durante este tiempo, en el que yo necesito a alguien, y tú por lo que veo me necesitas a mí.
Y la quiero vivir como si en realidad no tuviera que asistir a su final.
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