Como dicen los viejos, el tercer día es el peor.
No entiendo de manera entera el por qué de este desplazamiento.
No debería culparte, pero mi subconsciente que es mi protector, me impide asumir las culpas.
Palpo la soledad y tengo miedo.
He buscado en mi atrás y le he dado la mano a una persona del pasado, una muy vulgar para gusto de ambos.
He escondido mi deseos de comprensión trás la idea de prestarle mi ayuda.
La soledad es cada vez más dulce y atractiva, así como al mismo modo se torna despreciable e insufrible.
Hago a las personas volver, mi concepto es triste.
Necesito tu regreso, no soy capaz de superar esto. No me llames fuerte, porque no lo soy.
No quiero otra vez un pasado.
No te pido una historia, simplemente momentos.
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